El lugar es increíble. Tranquilo, divertido, comida y bebida diaponible a la hora que lo desees. Estar ahí es un pequeño paraíso, albercas rodeadas de selva.
Y el personal, increiblemente amable, empatico, desde el momento que haces check in hasta que haces check out.
Especial admiración y gracias a Jose, que hizo que el parque acuático se sintiera muu cómodo y seguro.