El hotel es una pasada en cuanto a la arquitectura: edificios de piedra, en un entorno natural, a cinco minutos de Astorga (en coche), bonito, mucho verde... Amplios salones, amplias habitaciones, todo amplio! Pero se ha quedado atrás, todo este encanto contrasta con el estado de las habitaciones, los baños, no es que estén mal, todo funciona, pero le hace falta una profunda reforma interna... y cinco estrellas, porque tiene con qué!