En general es un hotel que no es para personas exigentes, debido a que la cálidad y precio son acordes, es un hotel para mochileros y familias, cerca del centro en un lugar tranquilo, ojo las habitaciones muy pequeñas pero cómodas, el detalle fue el aroma a humedad en los blancos, el baño no cuenta con división en la regadera, y ojo el recepcionista es un señor serio pero tuvimos la fortuna de hablar con el y poco a poco mejora su actitud, no piensen que esta enojado, solo es serio, pero con gusto regresaríamos y más para ver a los gatos bellos que viven en la planta baja, les recomiendo el lugar principalmente mochileros y familias no tan exigentes.