Para ser un hotel de tres estrellas tiene muchas deficiencias, el aseo de las habitaciones, el deficiente estado de los muebles de las habitaciones, los olores provenientes de otras habitaciones ("en Francia no están obligados a poner extractores en las habitaciones" dice el director del hotel), el aseo de los pasillos del hotel y la actitud del director del hotel al hablarle de estas deficiencias.
La solución del director, darnos una habitación mas pequeña y menos sucia e incluir los desayunos, a lo cual nos negamos.
Sin embargo, una mañana decidimos probar el desayuno y resultó ser una decepción más, mini croissants secos, pan chocolate duro y dos euros adicionales sí quieres tomar café, si no quieres pagar dos euros, olvídate de desayunar con un café caliente.
Coste del desayuno 10 decepcionantes euros + 2 para el café.